Una de las tradiciones en la escuela Molière es el performance que prepara la generación de 3ème con su profesora Rosario SOBERON, quien da la clase de Educación a la Salud durante los 4 años de la secundaria.

Platicamos con Rosario para conocer un poco mas sobre esta bonita y significativa ceremonia de clausura.

¿Cómo empezó esta tradición de las máscaras y de qué se trata este performance?

Rosario: El trabajo con las máscaras es una manera de mover el cuerpo y abrirte a emociones sin decir una sola palabra. Hace 25 años cuando salió la primera generación del Molière, tomé un curso con una mujer francesa que se llama Giselle Barre sobre la expresión corporal con máscara neutra.
En esa primera generación, conseguí las máscaras en Francia, lo montamos y fue un éxito, la verdad. En ese entonces el tema que eligieron, me acuerdo, era “cómo la ociosidad es la madre de los vicios».

¿Cómo preparan lo que presentan?

Rosario: Los alumnos están conmigo de 6ème a 3ème viendo varios temas de adolescencia: de lo que están sintiendo, de lo que es crecer, de la presión de grupo, de la sexualidad, del amor en el contexto de esta edad, de la prevención, etc. Durante esos años creamos en el grupo un ambiente de respeto, de cordialidad, de empatía y entonces ellos eligen un tema para el performance. Este año por ejemplo, fue EL AMOR.

Juntos desmenuzamos el tema, se habló sobre el amor propio, el noviazgo, el rechazo, el amor en las redes sociales, el amor tóxico…sobre cosas que ellos van poniendo en la mesa de qué es un amor tóxico, por qué no es agradable vivir un amor tóxico y cómo hay que huir de él.  Y entonces ellos van hablando de sus experiencias, de lo que han visto y de lo que ellos creen.

Cuando se les presentan las máscaras se hace como un ritual de “No puedes decir una sola palabra con ella desde el principio». Y después de que se ponen los temas sobre la mesa, por grupos van eligiendo algún tema y lo representan sin decir una sola palabra y esto hace que el tema se vaya exponiendo.

«No es que ellos vivan el amor tóxico, sino que ellos ven, observan qué es para ellos un amor tóxico, por qué no hay que entrarle a un amor tóxico y entonces después lo representan».

Entonces se empieza a hablar de los diferentes temas y se empieza a discutir y luego los niños ponen estas escenas sin decir una sola palabra y buscan la música y lo que va surgiendo es bellísimo, es super lindo.

«Me pasó muchas veces que presentan una escena y luego se quitan la máscara y lloran y se abrazan”. Son clases muy emotivas y aprenden a despedirse porque a veces los niños no saben decir: “Ya me voy”, “fuiste mi amigo” o “Yo hice cosas”, “perdón”, pero a través del movimiento ¡Si!, ¡a través de sentir!, y es un sentido que a veces no lo utilizan y en esta clase nos damos chance de usarlo. Y entonces pasan muchas cosas en esos dos meses que es de preparación de la presentación.

¿Cuáles fueron los retos esta generación?

Ahora que tengo dobles grupos, se vuelve un doble reto porque yo no los veo juntos, entonces se vuelve interesante. Les digo, por ejemplo: “la clase de allá dejó esta lista, ¿Cómo la continúan ustedes?» Y luego: «la otra clase hizo tal línea, ¿cómo la continúan ustedes?» Y cuando estamos todos juntos, ¿cómo la ensamblamos? y ¿cómo hacemos el inicio?, ¿cómo hacemos el final? También aprenden a improvisar porque por ejemplo…alguien no entró con la música ¡tu tienes que continuar! Otra cosa, ¡nunca sabemos cuál va a ser nuestro escenario porque lo montan el mero día!, entonces a veces, no hay la salida que habíamos pensado, no hay la entrada que habíamos pensado, pero lo hemos sacado siempre adelante.

Un reto particular de esta generación fue que un salón en el minuto 1 lo entendió y entonces yo ya tenía un salón donde yo y salía muy tocada, muy sensible y luego inmediatamente tenía un recreo y después entraba al otro salón y tenía un salón donde no entendían, les daba flojera y no querían participar!

¿Cuándo fue el momento? Los primeros ejercicios que empezaron a hacer juntos. Y entonces cuando ellos vieron el trabajo de los que sí lo estaban sintiendo y sí habían entendido. Una de las chicas dijo “es que me dieron ganas de llorar cuando los vi” Entonces le cayó el veinte a uno y entonces empezaron como dominó, a caer poquito a poco! Y es cuando te das cuenta de que sí se puede ser como mas sensible….